GUÍA PRÁCTICA

para montar un partido

El quidditch es un deporte creado en el año 2005 en la Universidad de Middlebury, en Estados Unidos, que combina elementos de destacados deportes como el Balonmano, el Rugby y el Balón prisionero, un deporte de contacto en el que la lucha cuerpo a cuerpo está muy presente, pero que tiene un componente táctico y una simbología que lo hacen único en el mundo.

El quidditch como deporte se rige por un reglamento deportivo desarrollado por la International Quidditch Association (IQA), que es la organización de mayor importancia a nivel internacional dentro de la comunidad de personas que juegan al quidditch o que colaboran en el desarrollo de este deporte. Actualmente, se juega bajo las reglas indicadas en el IQA Rulebook 2020, el cual puede encontrarse en el siguiente enlace en inglés y castellano.

A día de hoy, el quidditch está presente en más de 40 países alrededor del mundo, según datos oficiales de afiliación a la International Quidditch Association, y desde su creación, ha experimentado un crecimiento constante, llegando a expandir su influencia al deporte universitario, jornadas de ocio juvenil y a la enseñanza básica en colegios.

Portada del reglamento oficial para la temporada 20-21

En el apartado 1.1 del reglamento internacional de quidditch, se describe el deporte de la siguiente manera:

El quidditch es un deporte de contacto e integración de género con una mezcla única de elementos de rugby, balón prisionero, lucha libre, flag football, y otros deportes. Un equipo de quidditch está formado por al menos siete atletas que juegan con escobas entre sus piernas en todo momento. Mientras que el juego puede parecer caótico para un observador casual, una vez familiarizado con las reglas básicas, el quidditch es un deporte excitante para ver y más excitante aún para jugar.

Un equipo de quidditch está formado por 6 atletas en campo, que deben sostener en todo momento un tubo de plástico entre las piernas (llamado escoba) para poder interactuar con el juego, el cual hace las veces de handicap para impedir el movimiento de los mismos. Debido a la alta exigencia física, no hay límite de cambios, y cada equipo puede tener hasta un total de 21 personas dispuestas a jugar.

El objetivo de un partido es acabar con más puntos que el rival, y para ello, la forma básica de anotar consiste en pasar un balón de volley (llamado quaffle) a través de alguno de los tres aros, alineados a distinta altura en el área del equipo rival. Para ello, la principal dificultad, además del físico del rival, inspirado en el Rugby, será la obligación de evitar ser contactado por alguno de las 3 pelotas de balón prisionero (llamadas bludgers), ya que ello supondrá la eliminación temporal del juego. Para ello, existen 3 jugadores encargados de anotar los goles (llamados chasers), uno encargado de defender aros (llamado keeper) y dos para manejar las bludgers y eliminar jugadores rivales (llamados beaters).

La segunda forma de obtener puntos para el equipo es mediante la captura de la snitch, una pequeña pelota de tenis que cuelga de la cintura de un jugador neutral, y cuya obtención supone 30 puntos adicionales, así como el final del partido. La snitch no entra en juego hasta el minuto 18, y es entonces cuando cada equipo suma un jugador adicional (llamado seeker), encargado de atraparla.

Así pues, un partido de quidditch no tiene una duración determinada. Dura lo que se tarde en coger la snitch, y a medida que va transcurriendo el tiempo (cada 5 minutos, desde el 18) se añaden una serie de hándicaps o impedimentos a la snitch (hasta 3), de forma que se pueda hacer más fácil la captura.

Como puede comprobarse, el quidditch es un juego que, a primera vista, puede resultar bastante caótico, pero que una vez controlado, puede generar grandes dosis de emoción. Asimismo, y al contrario de lo que la cultura popular mantiene, el quidditch ha sabido alejarse paulatinamente de su principal inspiración, que es el deporte homónimo practicado por magos en las novelas de Harry Potter.

En concreto, hoy en día el quidditch es un deporte con una gran cultura propia, entre la que destaca la inclusividad de géneros, y el extenso apoyo al movimiento LGTBI+ que ha buscado en todo momento atraer a todo tipo de personas a la práctica del deporte, y la generación de espacios de mutua convivencia y apoyo para la visibilizacion del mismo, en una cultura en la que predomina la segregación por géneros en el deporte.

*Fotos de Ajantha Abey y Ane Aranguren